Cuando dos personas se quieren tanto y el entorno acompaña, esta boda sólo podía ser maravillosa!
Una ceremonia al aire libre dio paso a un cóctel donde el buffet de cervezas fue la estrella.
La cena, servida por Francis Paniego no pudo tener una atmósfera más bonita. Manteles de colores bajo luces de verbena en una noche estrellada de julio.
Y muchos detalles hacia los invitados y los novios,…mucho amor y cariño dieron paso a al baile nupcial rodeados de bengalas que hicieron de éste, un momento mágico para dar paso a la fiesta que duró hasta el amanecer.
A&J además de guapos… qué felices estabais!!!